Fantasmas y duendes causan «terror» en el Hospital General – Oruro
Personal de salud tuvo que dar una misa e hizo bendecir sus ambientes para que las apariciones cesen – Por: Dehymar J. Antezana A.
Fantasmas, duendes, palabras que estarían enmarcadas en una historia de ciencia ficción o personajes que encajarían perfectamente en un guión de una película terrorífica al estilo «hollywodense».
Sin embargo, pensamos que esos espectros sí existen y son parte de la realidad de una casa o un edificio antiguo, como el Hospital General San Juan de Dios, donde en las últimas semanas y porque no decirlo, desde hace varios años, tanto el personal como los pacientes viven experiencias que para muchos serían simplemente resultado de la imaginación del hombre.
Se ve con escepticismo ese hecho, pero las personas que lo vivieron en carne propia recuerdan con miedo lo que tuvieron que pasar en un determinado momento de su vida y adhiriéndonos a su miedo, queremos recuperar unas cuantas historias que recogimos en el hospital más antiguo de Oruro.
HOSPITAL GENERAL
El Hospital General San Juan de Dios tenía una infraestructura del siglo XIX, al estilo clásico romano. Antes de que funcione como hospital, el lugar era conocido como la casa de los Juandedianos, que pertenecía a la orden de San Juan de Dios, fundador de los hermanos hospitalarios. Dicha orden se creó en Granada España para atender a quienes sufrían de la peste negra en el siglo XII.
La inauguración del Hospital General San Juan de Dios data del 1 de enero de 1912, aunque hay otras versiones que señalan que fue inaugurado el 31 de diciembre de 1910 y fue construido con la influencia del siglo XIX. Mucho más antes funcionaba en los predios de lo que hoy es el Colegio Mariscal Sucre.
Uno de los principales impulsores para la construcción del nosocomio fue Dámaso Rodríguez y se estrenó durante la presidencia de Eliodoro Villazón, que después de diez años de funcionamiento se determinó con claridad las enfermedades que se atendieron, como gripe, pulmonía, tuberculosis, sífilis y otros. En los niños se atendió gastroenteritis y diarreas.
Los pabellones eran pequeños con piezas anexas convenientemente instaladas para la época. A ello se agregó la sala de Operaciones, la sala de Maternidad, Pensionado y la sala de niños.
Posteriormente, se construyó el segundo cuerpo del edificio, donde se instaló las secciones de aislamiento para enfermos de ambos sexos y la sección de lavandería.
El personal médico estaba integrado por un director, tres médicos, un cirujano, una matrona y una farmacéutica.
En 1923 se habilitó un consultorio público, donde se atendían curaciones gratuitas en medicina y cirugía.
Posteriormente, su infraestructura original fue demolida para construir el edificio que actualmente se encuentra en el lugar.
En 1983 cuando el Concejo Municipal estaba presidido por Emeterio Tovar, a través de una serie de gestiones, logró que la fundadora de las Hijas de la Caridad, Hijas de Santa Ana, sor Rosa Ana Gatorno, envíe a diez hermanas de esa congregación y se constituyan en el Hospital General, para que realicen el servicio de vigilancia y atención a los enfermos.
CUENTOS
La existencia del hospital que data de casi un siglo, hizo que a lo largo de los años se vayan creando historias en base a las experiencias que vivió el personal médico y pacientes, no solo de ahora, sino también de hace muchos años. Aunque las personas muestran escepticismo al respecto, señalando que no existen los fantasmas o duendes y que todo es producto de la imaginación.
Sin embargo, la realidad nos dice otra cosa y es lo que a continuación les reflejaremos.
ENFERMERA
Hace una década aproximadamente se tiene el registro de la aparición de una enfermera fantasma muy bien uniformada en las salas que una vez fue Pensionado Primero.
En aquella oportunidad, una auxiliar de enfermería necesitaba durante la madrugada un par de sueros para la sala de Quirófano, por lo que salió hasta el patio y desde allí divisó su mirada hasta el sector de Pensionado, con la posibilidad de encontrar a alguien para que le haga el favor de ir por los sueros.
Como no había nadie en el lugar, se armó de valor y fue corriendo hasta el sector mencionado. Una vez en el pasillo, encontró a un efectivo policial, quien hacía guardia en resguardo de un paciente.
La auxiliar de enfermería le preguntó- ¿No ha visto a la enfermera?, inmediatamente contestó el policía -Sí, acaba de entrar a la Enfermería con una charola y estaba muy bien uniformada.
Cuando ambos ingresaron a la oficina de la enfermera, ésta no estaba, para sorpresa tanto del uniformado como de la auxiliar.
Minutos antes de que la auxiliar se apersone a la sala de Pensionado, el policía se encontraba en el pasillo haciendo guardia sentado sobre un banco. En ese ínterin, observó que salió una enfermera de la sala siete, muy bien vestida, con cofia, indumentaria blanca y una capa. Llevaba en manos una charola y cuando pasó por el sector donde se encontraba el uniformado, lo saludó – Buenas noches. A lo que respondió el uniformado – Buenas noches doctorita.
Ese hecho fue suficiente, para que el Policía afirme con toda seguridad, que sí vio ingresar a la enfermera a su oficina y de esa manera respondió a la auxiliar que preguntó por ella.
Un par de años antes de lo sucedido, se cuenta que en Pensionado trabajaba una enfermera que tenía muchos problemas familiares y se la veía muy sufrida, sobre todo por la pena que tenía de sus dos hijos menores de edad. De pronto, la señora decayó debido a un cáncer y fue internada en la sala siete, donde posteriormente murió por la enfermedad que padecía, pero lo hizo con mucho sufrimiento debido a la pena de dejar en la tierra a sus retoños.
Es por eso, que esa aparición se la asoció con la enfermera que murió en aquel lugar.
SIN CABEZA
Otra de las historias socializadas es lo que ocurre en los pasillos de pinos, que son dos pasajes que están ubicadas en forma paralela, ambos conectan el primer patio, con el segundo.
La creencia general señala que durante la madrugada, entre las 02:00 a 03:00 horas, aparece por ambos pasillos, la enfermera sin cabeza. Un trabajador del Hospital que pidió la reserva de su nombre, sostuvo que le recomendaron que en ese horario no pase sólo por el lugar, porque se hace la aparición de ese ser fantasmal, sin embargo, afirmó que nunca vio apariciones de esa naturaleza, pero confesó que el temor le invade, cada vez que debe pasar por ese lugar a la hora señalada.
MANO
Un hecho conocido, fue lo que le paso hace algún tiempo a un licenciado en auditoría, quien prestaba sus servicios en el Hospital. Una noche, no muy tarde, atravesó el pasillo de pinos hasta el segundo patio, de repente sintió una mano que le pusieron sobre uno de sus hombros y escuchó la palabra «hola».
Se dio la vuelta para responder el saludo, pero en el lugar no había nadie. En ese momento, el caballero casi sufrió un infarto, por lo sucedido.
NIÑO FANTASMA
Un médico (pidió reserva de su nombre) contó que el 2007, vio la aparición de un niño fantasma, cuando hacía turno una noche en Emergencias.
Indicó minutos previos a la aparición del espectro, que atendieron unos pacientes que llegaron quemados a las 04:00 horas.
«Era un fin de semana y a las 04:30 horas me fui ha descansar al cuarto (estaba a lado del consultorio de Emergencias). No tenía sueño, me eché en la cama y luego tocaron la puerta –toc, toc, toc– Les dije que pasaran, como lo hago con todo el mundo, se abrió la puerta y ahí apareció un niño, un choquito a las 04:30 horas de la mañana», afirmó.
Describió que el niño tenía un traje de casimir de antaño, un short, saco y gorrita de la misma tela, llevaba como prendedor en el pecho, un ancla, que también estaba en la gorrita. Su apariencia era pálida, como la de un cuadro de retrato.
«Lo que más me llamó la atención es que la guagua empezó a entrar, y a medida que entraba no podía moverme, observé que también tenía botas y las botas eran anudadas y nada que ver con lo que se viste un niño. Lo más llamativo era que el niño tenía un globo amarillo, entró hasta la altura del lavamanos y comenzó a sonreírme, ahí fue donde grité y salí corriendo. No era un sueño y volví a Emergencias, me quedé con el enfermero, le comenté y me dijo que hay cositas que siempre aparecen», explicó.
El médico consideró que esa aparición fue premonitoria, porque al poco tiempo falleció uno de sus colegas.
DUENDES
A.B. quien pertenece al personal de servicio señaló que hace tres meses, observó la presencia de duendes que jugaron con ella. Por lo general, A.B. se levanta todas las mañanas a las 04:00 horas y se encarga de la limpieza de los pasillos del Hospital.
«Un día en la madrugada, desperté y estaba a punto de levantarme, ya estaba despierta, cuando he sentido que me jalaban de mis orejas y luego he sentido que me jalaban de mi nariz, ahí observé que dos niños estaban encima de mí y al decirles que no me hagan nada, se desvanecieron. Desde ese día tengo miedo y duermo con luz y radio encendida en el Hospital», dijo.
También comentó que un niño de Pediatría se quejaba porque en las noches no le dejaban dormir dos niños que jugaban con él.
PROCESIÓN
Una de las enfermeras recogió la queja de varios pacientes, quienes durante una madrugada no pudieron descansar bien, debido a que sufrieron una jornada de terror, por la aparición de una procesión fantasma que pasó por el pasillo de Cirugía Varones, hace menos de un mes. El cortejo ingresó por la puerta Sur y salió para desvanecerse por la puerta Norte.
«He visto que una de las personas que estaba en la procesión se me acercó y me ha querido aplastar, me dijo uno de los pacientes. Mientras que otro apareció sin los tapones de la nariz que le colocaron a raíz de una operación, a consecuencia de lo que vio. Me contaron los pacientes que los miembros del cortejo, todos estaban de negro, me dijeron que pasó como una procesión y todos estaban de negro», aseguró.
CANÍBALES
El paciente, Protasio Espinoza Barra contó que esa noche que apareció el cortejo, no podía dormir porque se encontraba delicado y con dolor.
«Eran unos hombres pequeños y con cabellos largos, eran ñatos como caníbales y me querían jalar de mi mano a toda costa, no me he dejado y pisé firme mi catre, para que no puedan sacarme. Ellos gritaban, eran cuatro que me querían llevar. Ya no podía dormir y caí a Terapia Intensiva por seis días», señaló.
Añadió que desde ese día no puede recuperar del mal que aqueja, debido a una herida punzo cortante que le hicieron en la zona Noreste de la ciudad.
FANTASMAS
El estudiante Omar Ignacio, quien por esos días se encontraba internado en el Hospital General, manifestó que la jornada que supuestamente apareció la procesión fantasmal, todos los pacientes de Cirugía Varones amanecieron asustados.
«Para mí ha sido una noche de suspenso, porque la mayoría ha gritado y tenía pesadillas. Uno de los señores ha visto la procesión, yo recuerdo que ese día me soñé con muertos y fantasmas, pero no los consideraba fantasmas, sino para mí eran demonios. En la mañana de ese día, la pared que estaba cerca a mí, apareció manchada con sangre. Me levanté asustado», recordó.
Añadió que ese día los pacientes protestaron por lo que habían vivido, además que en la noche llegaron a la sala contigua (Traumatología), heridos de un hecho de tránsito y más tarde percibió que dos muertos fueron sacados de esa sala.
Reiteró que esa noche fue de pesadilla, porque todos durmieron mal.
«Una enfermera me dijo que me había sacado el yeso de la nariz, los tapones y había gritado, eso es lo que recuerdo», puntualizó.
MONJA
Otra historia muy comentada en el nosocomio, es la aparición de una monja en uno de los pasillos que está en la sala nueva de Emergencias, al igual que duendes que hacen de las suyas, con quienes están en el lugar, durante las madrugadas.
MISA
Todas esas apariciones fantasmales ocasionaron preocupación en las autoridades del Hospital General San Juan de Dios, quienes determinaron ofrecer una misa por las almitas olvidadas el viernes 11 de septiembre. También se bendijeron los ambientes para frenar la ola de apariciones de fantasmas y duendes que llegaron del más allá para atemorizar a los mortales con su presencia.
Fuente: https://www.lapatriaenlinea.com